martes, 10 de febrero de 2009

Hombres que tiemblan a la palabra de Dios

Como grupo de hombres nos hemos propuesto formar una disciplina de lectura de la biblia, concordando todos en la frase que no dijo el pastor "Si no están leyendo, no la van a armar". Pues como crecer en carácter y semejanza a Dios, como crecer en hombría y liderazgo, como crecer en dar mayor gloria a Dios si no nos alimentamos de su palabra. Que guia tendremos para seguir?, de donde provendra nuestra sabiduría?, de quien aprenderemos?
Que otra fuente podría llenarnos de un conocimiento que nos da vida? Que otra fuente podría ser mas verdadera que la verdad misma? Quien mas podría instruirnos si no Dios mismo a través de su palabra? Sal. 119:9-11

Lamentablemente somos una generación que no ha logrado entender la necesidad que tenemos de guardar los mandamientos de Dios, que no ha querido creer la fuente de riqueza que tenemos en la biblia y probablemente que no le ha dado el peso y valor que tiene la palabra del Dios vivo.

Cual es el sentido de leerla? una disciplina en si, como lo seria leer cualquier otro libro que nos enseñe sobre la vida?
Aun mas que esto, lo es nuestra actitud frente a la palabra de Dios. Dios lo diría así, "Pero mirare a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra." Isaias 66:2
Spurgeon en su predicación "Temblando a la palabra de Dios" nos hace referencia a quienes son estos que tiemblan a la palabra de Dios. Aclarando esta clase de temblor no como en miedo, si no en una santa reverencia y asombro extaciado al reconocer delante de que están.

El hombre que tiembla a la palabra de Dios es aquel que verdaderamente cree que hay una palabra de Dios, personas que conocen la palabra de Dios. Pues como podría si quiera asombrarse alguien que no cree en ella como la palabra de Dios y aun como podría hallarle significado sin leerla.
Aquellos que han creído y conocido la palabra de Dios, tiemblan al ver la gravedad de su maldad y condenación de sus almas frente a un Dios santo y justo, mas su reverencia aumenta al captar su misericordia y gracia desbordante arrojada a ellos por este Dios de amor.
Tiemblan ante su poder escudriñador, que revela lo mas escondido de nuestros deseos y pensamientos. Como un animal cortado por su carnicero dejando ver hasta el hueso del mismo.Quien no ha temblado al ver lo mas oscuro y torcido de su corazón, siendo compungidos por Dios llevándonos a anhelar nuestra salvación. "Aquel que no ha temblado delante de Dios, no ha sido salvo". Una reverencia ante sus santidad y un deleite en su gracia que nos lleva a no querer quebrantar mas su ley.

Solo basta leerla y que Dios la haga viva en nuestras vidas para amarla y guardarla en nuestros corazones. Temblemos ante ella con una reverencia tan profunda al reconocer al Dios vivo que la ha exhalado.

Cual es nuestra necesidad de temblar a su palabra? Es tan clara como la necesidad de que Dios nos mire, pues hay de aquellos de los cuales el Dios vivo aparte su mirada. "Si no estamos leyendo, no la vamos a armar"